Paradójicamente, Dante Alighieri y su amada Beatrice Portinari, que fue su musa, no cruzaron más de una docena de palabras. Beatriz era la hija de un vecino de los Alighieri, Bice Portinari, se conocieron cuando Dante tenía nueve años y volvió a verla nueve años después y ella lo saludó tímidamente. Dante amó a Beatriz con una pasión casi mística durante años. La posibilidad de materializar su amor, del que ella nunca tuvo noticia, se truncaron cuando ella se casó con Simón de Bradi y murió prematuramente a los 25 años de edad.
El amor por Beatrice no le impidió casarse con Gemma di Manetto Donati, perteneciente a una destacada familia florentina y con quien tuvo cuatro hijos.